Las fuerzas de ocupación de Israel agredieron durante la madrugada del jueves a varias zonas de la Cisjordania ocupada. 

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Los primeros ataques terroristas se reportaron en las ciudades de Beit Rima y Deir Ghassana, al noroeste de Ramallah.  Fuerzas de ocupación sionista allanaron casas en las dos ciudades, asaltaron hogares, dañaron propiedades y arrestaron arbitrariamente a varios ciudadanos palestinos, sin distinción de sexo o edad. 

WAFA identificó a los detenidos como , Mahmoud Emile Al-Rimawi, Mahmoud Imad Al-Rimawi, Ali Thalji Al-Rimawi, Yahya Hassan Al-Rimawi, Adam Anas Al-Rimawi, Anas Hammouda Al-Barghouthi, Ahmed Saed Al-Rimawi, Fadi Al-Barghouthi, Abdullah Al-Barghouthi y Mourad. 

Israel también irrumpió en el centro de Ramallah para allanar viviendas en el barrio de Umm Al-Sharait en la zona de Al-Bireh. Este último desencadenó una resistencia civil que provocó que las autoridades israelíes dispararan bombas de gas lacrimógeno hacia los ciudadanos palestinos plantados en resistencia.

Entre sus operativos, Israel cerró el noreste de Belén cortando el paso de los ciudadanos palestinos.  

No hay tregua para Cisjordania

No conforme con imponer el terror en el territorio ocupado, Israel también lanzó sus fuerzas para hostigar a los ciudadanos que estaban en un campamento de desplazados en Aqaba Al-Jabr, en Jericó.

Tras irrumpir en varios el campamento, los militares sionistas arrestaron a Muhammad Suleiman Jahalin y Raafat Muhammad Dahbour.

Profanación de Mezquitas 

A tan solo un mes del Ramadán, los soldados de Israel irrumpieron el miércoles por la mañana en la Mezquita Al-Aqsa en la localidad de Jabal Al-Mukaber, al sur de Jerusalén. 

Tras el ingreso al lugar sagrado, los militares obligaron a varios jóvenes palestinos a firmar documentos que los hacía comprometerse a no ingresar más a la mencionada mezquita. 

Mientras los jóvenes palestinos eran obligados a firmar los documentos, colonos israelíes vestidos de civiles irrumpieron en los patios de la Mezquita Al-Aqsa para realizar actos talmúdicos con la intención de provocar a los musulmanes. 

Asimismo, los soldados colocaron un punto de control para evitar el paso de religiosos a la Mezquita, por lo que el acceso al área de culto estará limitado para los palestinos.

La oficina de Netanyahu argumentó que “el primer ministro tomó una decisión equilibrada dentro de las necesidades de seguridad determinada por profesionales”.

Israel justificó la medida porque aseguran “estar preocupados” porque Hamás puede usar la temporada de Ramadán para cometer sus “actos”contra el Estado de Israel.

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